Modelo en Cascada.
El modelo de ciclo de vida en cascada se comenzó a diseñar en 1966 y se terminó alrededor de 1970.
Se define como una secuencia de fases donde al final de cada una de ellas se reúne la documentación para garantizar que cumple las especificaciones y los requisitos antes de pasar a la fase siguiente.
El Modelo en Cascada es uno de los enfoques más antiguos y tradicionales para el desarrollo de software. Se caracteriza por su estructura lineal y secuencial, donde cada fase debe completarse antes de pasar a la siguiente. A continuación, se describen las principales características y fases del Modelo en Cascada:
Requerimientos: En esta fase inicial, se recopilan y documentan todos los requisitos del software. Esto implica comprender las necesidades del cliente y establecer claramente qué funcionalidades debe tener el sistema.
Diseño: Una vez que se han establecido los requisitos, se procede a diseñar la arquitectura del sistema y las especificaciones detalladas del diseño. Esto incluye diseñar la interfaz de usuario, definir la estructura de la base de datos y planificar la arquitectura técnica.
Implementación (Codificación): En esta etapa, se lleva a cabo la codificación del software basado en los diseños y especificaciones establecidos en las fases anteriores. Los programadores escriben el código fuente del software de acuerdo con los requisitos del cliente.
Pruebas: Una vez que se ha completado la implementación, el software se somete a pruebas exhaustivas para detectar errores y verificar su funcionamiento según los requisitos establecidos. Esto incluye pruebas de unidad, pruebas de integración, pruebas de sistema y pruebas de aceptación del usuario.
Despliegue (Implementación): Después de que el software ha pasado exitosamente por las pruebas, se implementa en el entorno de producción. Esto implica instalar el software en los sistemas del cliente o hacerlo accesible a los usuarios finales.
Mantenimiento: Una vez que el software está en producción, se realiza el mantenimiento continuo para corregir errores, agregar nuevas funcionalidades y realizar mejoras. Esto asegura que el software siga siendo útil y eficaz a lo largo del tiempo.
Aunque el Modelo en Cascada ofrece una estructura clara y bien definida, tiene algunas limitaciones importantes. Por ejemplo, no es muy flexible frente a cambios en los requisitos del cliente, ya que cada fase debe completarse antes de avanzar a la siguiente. Además, puede ser difícil retroceder a una fase anterior si se descubren problemas importantes más adelante en el proceso. Sin embargo, sigue siendo utilizado en ciertos contextos donde los requisitos son estables y bien comprendidos desde el principio.