Planificación frente a las enmiendas de cambio climático.
Con la enmienda de 2024, el cambio climático se incorpora como un factor clave en el análisis de riesgos y oportunidades dentro del proceso de planificación. Esto implica que las organizaciones deben:
- Identificar los riesgos climáticos que pueden afectar sus operaciones, tales como fenómenos meteorológicos extremos o cambios en las regulaciones ambientales.
- Evaluar las oportunidades derivadas de la sostenibilidad, como la adopción de nuevas tecnologías verdes o el acceso a nuevos mercados sostenibles.
- Planificar acciones para abordar estos riesgos y oportunidades relacionados con el cambio climático, integrándolos en sus procesos de calidad. Esto puede incluir el desarrollo de productos más sostenibles, la reducción de las emisiones de carbono en los procesos operativos y la alineación con las expectativas de las partes interesadas en términos de responsabilidad ambiental.
- Monitorear y ajustar las acciones planificadas en respuesta a los desafíos climáticos, asegurando que la organización mantenga su competitividad y se alinee con los principios de sostenibilidad.
La alta dirección debe liderar este esfuerzo, asegurando que el enfoque en el cambio climático se integre en la planificación estratégica y operativa, promoviendo no solo la eficacia del sistema de gestión de la calidad, sino también la sostenibilidad y el compromiso ambiental.