Conclusión del Capítulo 5 – Liderazgo.
El Capítulo 5 de la norma ISO 9001 subraya la importancia del liderazgo y el compromiso de la alta dirección en el éxito del Sistema de Gestión de la Calidad (SGC). El liderazgo debe ir más allá de la simple supervisión: la alta dirección debe asumir la responsabilidad por la eficacia del SGC, asegurando la integración de los requisitos de calidad en los procesos clave de la organización y promoviendo un enfoque basado en procesos y riesgos. Este enfoque no solo permite que el sistema cumpla con los objetivos previstos, sino que también involucra a todas las personas de la organización en la mejora continua.
El enfoque al cliente es central en el liderazgo de la organización. La alta dirección debe asegurar que los requisitos del cliente y los requisitos legales y reglamentarios se comprendan y cumplan de manera continua, manteniendo el foco en la satisfacción del cliente y abordando de manera proactiva los riesgos y oportunidades que pueden afectar la conformidad de los productos y servicios.
La política de calidad, definida y comunicada por la alta dirección, debe estar alineada con la dirección estratégica de la organización y proporcionar el marco para establecer objetivos de calidad claros. Asimismo, es responsabilidad del liderazgo garantizar que los recursos necesarios estén disponibles y que los roles y responsabilidades en relación con la calidad estén claramente definidos y entendidos.