Pasos para implementar ISO 14001:2015.
- Entender la organización y su contexto.
- Entender las necesidades y expectativas de las partes interesadas.
- Liderazgo.
- Acciones para abordar riesgos y oportunidades.
- Soporte.
- Información documentada.
- Planificación y control operacional.
- Monitoreo, medición, análisis y evaluación.
- Revisión de la gestión.
- Mejora Continua.
Implementar un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) según la ISO 14001:2015 implica seguir una serie de pasos clave que ayudan a las organizaciones, incluidas las PYMEs, a alinear sus operaciones con los objetivos ambientales, asegurando su conformidad con las normativas y mejorando su impacto ambiental.
- Entender la organización y su contexto.
El primer paso para implementar la norma es comprender el contexto de la organización y los factores internos y externos que afectan su desempeño ambiental. Esto incluye la evaluación de riesgos y oportunidades relacionadas con el medio ambiente, como el costo de las materias primas, la energía, y la gestión de residuos.
Además, las enmiendas sobre cambio climático requieren que las organizaciones identifiquen y gestionen los riesgos climáticos, considerando cómo los fenómenos meteorológicos extremos o la legislación ambiental podrían afectar sus operaciones.
- Entender las necesidades y las expectativas de las partes interesadas.
La ISO 14001 destaca la importancia de identificar las necesidades de todas las partes interesadas, no solo los clientes. Esto incluye empleados, proveedores, vecinos, y la comunidad en general. Alinear la gestión ambiental con las expectativas de estas partes fortalece la relación con el entorno y mejora la reputación de la organización.
- Liderazgo.
El liderazgo es esencial en la implementación de la ISO 14001. Los líderes deben comprometerse con la gestión ambiental y promover una cultura de sostenibilidad en todos los niveles de la organización. La norma proporciona un marco para que los líderes integren las prácticas ambientales en la estrategia organizacional.
- Acciones para abordar riesgos y oportunidades.
“Lo pequeño es más personal y exige más de cada parte de la organización”. Esta frase describe la forma en que se administran las pequeñas empresas. Las organizaciones más pequeñas son más flexibles y más abiertas a recibir cambios repentinos, que pueden ir desde la modificación de especificaciones de un cliente en particular hasta los desarrollos tecnológicos que afectan el mercado o los cambios inesperados en las tendencias de los consumidores.
La norma exige que las organizaciones identifiquen riesgos y oportunidades ambientales que puedan surgir de sus operaciones, así como los cambios tecnológicos o las tendencias del mercado. Los riesgos climáticos, en particular, deben ser considerados de acuerdo con las enmiendas, y las empresas deben planificar medidas para mitigar su impacto y aprovechar las oportunidades de sostenibilidad.
- Soporte.
En organizaciones de menor tamaño, pueden posponerse los cambios que afecten la estrategia de negocios y las cualidades de la empresa. La tendencia natural es tratar de hacer las cosas con los recursos existentes y con los procedimientos ya implementados.
Este, que no es un enfoque equivocado, puede eventualmente dejar expuesta a la organización cuando las fuerzas del mercado o de las regulaciones locales o internacionales la presionen.
Pero esto no significa que todo se debe cambiar solo porque ISO 14001 promueve el cambio. Lo que no se ha roto y funciona bien, puede seguirlo haciendo durante un buen tiempo.
- Información documentada.
En pequeñas organizaciones también existe la burocracia. El acceso a servicios y a recursos está restringido, a menos que se complete una montaña de documentos, la mayoría de ellos totalmente inoperantes.
Las nuevas cláusulas en ISO 14001, relacionadas con la información documentada, obligan al uso de documentos que demuestren real utilidad para el sistema o que sirvan para soportar confianza en que un proceso se está llevando a cabo en forma correcta.
- Planificación y control operacional.
El control operacionalpermite a las organizaciones identificar qué procesos pueden controlar directamente y cuáles solo pueden influenciar. Este paso es clave para implementar controles efectivos que minimicen los impactos ambientales. Además, permite que las organizaciones planifiquenacciones correctivasen caso de eventos inesperados, alineándose con los objetivos de sostenibilidad y cambio climático.
La planificación y el control operacional permiten revelar las causas y los desencadenantes de los eventos que impactan el medio ambiente, y sus áreas de influencia. De esta forma, la organización puede identificar cuáles de estos impactos están a su alcance, y cuáles están fuera de su control.
- Monitoreo, medición, análisis y evaluación.
El monitoreo y la medición son esenciales para evaluar el desempeño ambiental. La ISO 14001 exige un enfoque basado en datos para analizar y mejorar continuamente los impactos ambientales. Esto incluye la medición de emisiones, el consumo de recursos, y el cumplimiento con las metas climáticas, asegurando que la organización mantenga un control eficiente de su desempeño.
- Revisión de la gestión.
Una revisión periódica de la gestión permite evaluar la alineación del sistema de gestión ambiental con la estrategia general de la organización. Esta revisión debe considerar los resultados del monitoreo y la medición, asegurando que las decisiones estratégicas tengan en cuenta el impacto ambiental y los posibles riesgos climáticos.
- Mejora Continua.
La mejora continua es un principio fundamental en la ISO 14001. Las organizaciones deben comprometerse a mejorar continuamente su desempeño ambiental, no solo corrigiendo las deficiencias actuales, sino también anticipándose a los retos futuros, incluyendo aquellos relacionados con el cambio climático. La mejora continua es especialmente efectiva en las PYMEs, donde la flexibilidad organizacional facilita la implementación de cambios rápidos y efectivos.
Consideraciones sobre el Cambio Climático.
Con las enmiendas de la ISO 14001:2015, las organizaciones deben integrar la gestión de los riesgos climáticos en su SGA. Esto incluye la identificación de impactos ambientales derivados del cambio climático y la adaptación de los procesos para minimizar estos riesgos, garantizando así un enfoque más resiliente y sostenible en sus operaciones.